diumenge, 24 de novembre del 2013

Todos diferentes, todos iguales.

Mi hijo se va haciendo mayor . Y como es lógico comienza con sus primeras "crisis existenciales". 

Llevamos casi un año con en tema pero este ha sido un fin de semana intenso profundizando en la raza humana, en toda la extensión de la expresión. Tanto las razas como la naturaleza de las personas. Y esque por mucho que pensamos que hay cosas que están superadas, la normalidad no está establecida y él nota su diferencia tanto para quien se le discrimina negativamente como para quien lo hace positivamente (que obviamente son la mayoría y sin ninguna maldad) La cuestión es hacer cualquier comentario en el que se marque esta diferencia.

Y que conste que no se trata de una recriminación hacia nadie , sino simplemente de una reflexión. Hasta qué punto estamos viviendo "con normalidad" las situaciones que hasta ahora no se habían presentado . Vamos de "guays" por la vida y simplemente callamos lo que pensamos para no parecer ... yo que se.. "Carcas"?


Vuelvo a decir que es simplemente una reflexión, y yo misma me la hago. Es posible que el problema racial no sea mio. Pero también vivo otro tipo de realidades y me encuentro en situaciones en que no se hasta que punto soy... o me lo hago.


El caso es que muchas veces, demasiadas diría yo. Esta discriminación positiva hace un mal insospechado a quien lo recibe. No diré que sea mayor que el negativo, ni mucho menos. Pero resulta tan ofensivo e incomprensible, que viene a desembocar en estas pequeñas - grandes crisis en el que un niño de casi 6 años se quiere rapar el pelo o maquillarse y maquillar hasta "enblanquecer.